Por: Juan Ancalle
En el Salmo 20:1-9, que se encuentra en el primer libro de los salmos, se ve al rey David que ha ido al templo de Jerusalen a orar, pues esta a punto de salir a una batalla, por lo que se lee en los primeros versos, el esta orando, y el pueblo reunido esta repitiendo su oración, intercediendo por su rey, en otras palabras; el pueblo le esta pidiendo a Dios por su rey, para que este tenga la victoria. Por otra parte, la victoria del rey David, también es la victoria del pueblo de Israel, no por orgullo nacional, mas bien porque significa su propia sobrevivencia también.
En las primeras palabras de este dice: «1Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda.» Es que David se encuentra en una situación delicada, se puede decir que esta en un «aprieto» del cual quiere salir. Por lo cual, en esta oración de intersección trae a la memoria su cumplimiento con las ofrendas en obediencia a la ley de Moises y ademas esta en el templo presentado su holocausto a Dios. Esto es de observar para vida cristiana, que a pesar de que David tiene un ejercito listo para la guerra, el quiere estar bien o sea en comunión con Dios para emprender la batalla.
Cuantas personas emprenden las cosas sin tomar en cuenta a Dios, probablemente ellos dirán, yo no creo en Dios, porque habría de tomarle en cuenta? sin embargo, el hecho de no creer en Dios, no significa que el no existe, pero el rey David si, estaba seguro de la existencia de Dios, es por eso que va al templo a orar y el pueblo esta intercediendo ante Dios por su rey. Ellos esperan la salvación de Israel a través de la victoria del Rey. Esto también nos hace reflexionar como nación, allá donde vivamos, que debiéramos orar, en este caso por nuestras naciones, pues muchos, pero muchísimos están sin esperanza y sin el Señor Jesucristo, no solamente orar por las situaciones coyunturales de la vida, sino por aquellas que tienen concomitancia eterna.
Por el versículo 6 al 8, David recuerda que Dios lo escogió, como dice la escritura lo ungió como rey sobre Israel, por tanto, por la refutación de su nombre lo salvara, aunque no lo da por sentado, pues lo dice en su oración: «7Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.» que su confianza no esta en su ejercito, sino en el Dios soberano de Israel y aunque el pueblo intercede y tiene buenos motivos para interceder, la confianza de David esta en Dios, porque sabe que Dios tiene un propósito con su vida, y desde la perspectiva del Nuevo Testamento, el Señor Jesucristo tenia que venir del linaje de David, aunque David no sabia esto, pero si sabia que Dios tenia un propósito con haberle elegido rey sobre Israel.
De la misma manera querido hermano, hermana, amigo y amiga, aunque se pueden hacer las cosas sin tomar en cuenta a Dios para nada, sera así como el versículo 8 dice: «8Ellos flaquean y caen,» la fuente de esa confianza es sumamente limitada; pero también se puede seguir el ejemplo de David antes de la batalla, tomar en cuenta a Dios y someterse a su soberanía en todas las cosas que emprendamos, esta es la fuente de confianza mas grande, como dice el resto de este versículo «Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.» Pues al conocer a Dios, la vida de las personas adquieren un propósito, estar en paz con Dios y vivir para su gloria.
Ser un cristiano significa vivir confiado en el propósito de Dios para nuestras vidas, pues al saber el propósito final de nuestras vidas, que es el eterno, la paz con Dios, todos las cosas temporales encontraran su lugar. Lo que no significa que no debamos planificar para hacer las cosas, mas bien no confiar en ellas, sino en el Dios, que es creador de todas las cosas. y finalmente decir como la congregación de Israel al finalizar su oración de intercesión por su rey: «9Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.» y vivir con Seguridad en su Propósito.
Oración pidiendo la victoria
Al músico principal. Salmo de David.
1Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda.
2Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga.
3Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto.
Selah
4Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo.
5Nosotros nos alegraremos en tu salvación, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones.
6Ahora conozco que Jehová salva a su ungido; Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra.
7Estos confían en carros, y aquéllos en caballos; Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
8Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en pie.
9Salva, Jehová; Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos.
Reina Valera Revisada (1960). (1998). (Ps 20). Miami: Sociedades Bı́blicas Unidas.